miércoles, 2 de mayo de 2012

Ya no queda esperanza...

      - Hotel Gilipollas, buenas noches, le atiende Phillip McFerguson.
      - Hola, buenas tardes... ¡Uy, perdón! Buenos días... Oh, no, buenas noches. ¿Es el Hotel Gilipollas?
      - Sí, aquí es, supongo que lo habrá deducido porque acabo de decirlo en voz alta. Genio.
      - ¡Oh, fantastico! Es que verá, estaba mirando precios en su página web, pero como soy retrasado he preferido llamar, no vaya a ser que me confunda y reserve... No se, un fin de semana en una mina de sal en vez de unas vacaciones en su hotel.
      - Claro, no se preocupe, total, como solo recibo dos llamadas por minuto, una llamada más de un puto imbécil no me molestará lo más mínimo.
      - ¿Acaba usted de insultarme?
      - No, por favor, jamas sería capaz de tal cosa. ¿Como ha dicho usted que se llamaba? ¿Einstein?

4 comentarios: