La peli que no has visto: Rubber

Sí, eso de ahí arriba es una persecución. No puede decirse que sea trepidante, pero tiene un no se qué que la hace especial. Quizás sea ese conmovedor paisaje desértico, o tal vez la sobria fotografía de la escena. O puede que sea especial porque hay un coche de policía persiguiendo a un neumático. En cualquier caso, esta escena es relativamente normal, sobre todo teniendo en cuenta el genial argumento de la peli. Resulta que un buen día, muy soleado y tal, un simpático neumático cobra vida, así, sin más. Y no solo eso, si no que tiene poderes síquicos. ¡Y todavía más! ¡Con esos poderes puede reventar cosas! Así que se dedica a reventar latas, pájaros... ¡Y cabezas humanas! Es la película absurda definitiva.

 Una de las escenas más duras de la historia del cine 

Hay, digamos, tres historias diferentes en esta cosa rara que es Rubber. Está la del neumático, que se dedica a lo ya mencionado, además de a rodar, porque sí, niños, el neumático rueda mogollón. Luego tenemos la trama policial. Los maderos básicamente se preguntan qué coño pasa, y cuando lo descubren se quedan con el culo roto. En cualquier caso, la trama policial es básicamente tan absurda como el resto de la peli. Sin ir más lejos, hay un momento en que a un poli se le reemplaza la pistola por el peluche de un cocodrilo, y el tío ni se sorprende ni nada. Fuck yeah! Y para hacerlo todo aun más sin sentido, hay una especie de historia con conspiración incluida cuyos protas son un grupito de gente que han quedado para ver lo que hace el neumático con unos prismáticos desde una montaña en la que se les abandona a su suerte. ¡Sí, genial!

"¿Qué estamos haciendo con nuestra vida?"

A los actores no les conoce nadie, y bueno, lo hacen decentemente, sobretodo el jefe de policía, un tipo genial. Pero todo eso da igual, porque lo que de verdad interesa es la aventura de la ruedica, que lo pasa mal de verdad. Primero tiene que aprender a rodar, luego a utilizar sus poderes y luego a sobrevivir en un mundo cruel lleno de personas que no comprenden la necesidad de reventar cabezas de un pobre neumático inocente.¡Malditos tradicionalistas! Y así van sucediendose escenas geniales, una tras otra, hasta que de repente ocurre algo tristísimo, que conmovería a cualquiera, y PAM! ¡Masacre! Y luego hay una escena con un maniquí que habla. En fin, practicamente nada tiene fuste en esta peli, incluso los personajes se dan cuenta de que algo raro pasa, y eso es lo bueno, porque la historia empieza sin tomarse en serio a sí misma y acaba igual.